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Saturday 27 May 2017

"Esperando el Dia de Pentecostes"



El Plan de Salvación 

de Nuestro Omnipotente 

unico Todopoderoso 

YHVH-יחוח-YEHOVAH

Creador de los cielos y la tierra



 -Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto; mas también sé ahora, que todo lo que pidieres de YEHOVAH, te dará YEHOVAH.
-Le dice Jesús: Resucitará tu hermano.
-Marta le dice: Yo sé que resucitará en la resurrección en el día postrero.
-Le dice Jesús:
 "YO SOY la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente". ¿Crees esto?
-Le dice: Sí Maestro; yo he creído que tú eres el Mesias/el enviado/Cristo, el Hijo de YEHOVAH, que has venido al mundo. Y dicho esto, se fue, y llamó en secreto a María su hermana, diciendo: El Maestro está aquí y te llama. Ella, cuando lo oyó, se levantó prestamente y vino a él. (Que aún no había llegado Jesús a la aldea, mas estaba en aquel lugar donde Marta le había salido a recibir.)
Entonces los judíos que estaban en casa con ella, y la consolaban, como vieron que María se había levantado prestamente, y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí.
 Mas María, como vino donde estaba Jesús, viéndole, se derribó a sus pies, diciéndole: Maestro, si hubieras estado aquí, no hubiera muerto mi hermano. Jesús entonces, como la vio llorando, y a los judíos que habían venido juntamente con ella llorando, se embraveció en Espíritu, se alborotó a sí mismo,
-y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dicen: Maestro, ven, y ve.
Y lloró Jesús.
-Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba.
-Y unos de ellos dijeron: ¿No podía éste que abrió los ojos al ciego, hacer que éste no muriera?
-Y Jesús, por eso, molestandose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro donde había una cueva, la cual tenía una piedra encima.
-Dice Jesús: Quitad la piedra. 
-Marta, la hermana del que se había muerto, le dice: Maestro, hiede ya, que es de cuatro días.
-Jesús le dice: 
¿No te he dicho que, si creyeres, verás la Gloria de YEHOVAH?
Entonces quitaron la piedra de donde el muerto había sido puesto. Y Jesús, alzando los ojos arriba, dijo: Padre, gracias te doy que me has oído. Porque yo se que siempre me oyes; mas por causa de la compañía que está alrededor, lo dije, para que crean que tú me has enviado. Y habiendo dicho estas cosas, Jesus clamó a gran voz: Lázaro, ven fuera.
Entonces el que había estado muerto, salió, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. 
Les dice Jesús: Desatadle, y dejadle ir.
Entonces muchos de los judíos que habían venido a María, y habían visto lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Mas unos de ellos fueron a los fariseos, y les dijeron lo que Jesús había hecho. Y los sumo sacerdotes y los fariseos juntaron concilio, y decían: ¿Qué hacemos? Porque este hombre hace muchas señales. Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y quitarán nuestro lugar y la nación. Y Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote de aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada; ni piensen que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación se pierda.
Mas esto no lo dijo de sí mismo; sino que, como era el sumo sacerdote de aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; y no solamente por aquella nación, mas también para que juntara en uno los hijos de YEHOVAH que estaban dispersos.
Así que, desde aquel día consultaban juntos para matarle.